Lugares Turísticos
Patrimonio cultural
Acequia de Aynadamar • Palacio del Cuzco • Iglesia Parroquial
A través del término de Víznar discurre la Acequia de Aynadamar, monumento de interés cultural y patrimonial de la época andalusí. Sus orígenes se remontan al siglo XI. Fruto de su amable clima y al amparo de las aguas abundantes de Aynadamar, se construyó a finales del s XVIII el espléndido conjunto, famoso por su jardinería y sus pinturas, conocido como el Palacio del Cuzco.
La Iglesia Parroquial de Víznar se comenzó a construir en 1530, aposentándose posiblemente sobre la antigua mezquita existente en este lugar. Al igual que otras numerosas parroquias, la de Víznar forma parte del amplio programa institucional de ocupación política del Reino de Granada tras la conquista, lo cual proporcionaría el desarrollo del arte mudéjar. Participaron en su construcción, el albañil maestro de obras Juan de Toledo, de 1530 a 1533 en el levantamiento de los muros. Ese mismo año de 1533, el maestro carpintero Gaspar García y el maestro Herrero Benito, realizan las obras de carpintería y la clavazón de las puertas. En 1538, se realiza la sacristía y un aposento contiguo al templo. Un arco toral, a modo de diafragma, divide la nave en dos, aliviando la armadura, diferenciando el presbiterio que se alza varios escalones.
El arco, ligeramente apuntado, es de piedra, soportado por columnas dóricas. La armadura, de lima bordón, atirantada con lazos intermedios de ocho puntas, apoyadas las tirantas sobre canes.
En el presbiterio el almizate, o harnuelo, presenta un recuadro más de corado con lacería octogonal. En los ángulos superiores, cuadrales de lazo intermedio, apoyados sobre canes. El coro se asoma a la nave a modo de balcón con baranda de hierro forjado, sostenido por dos apoyos del mismo metal. En tan estratégica balconada, abierta a la nave, señorea la trmpetría del órgano, donación del Arzobispo Moscoso. En el capítulo de las artes decorativas, esta parroquia conserva una custodia de plata realizada por Hermosilla en 1533 y un cáliz realizado en 1561 por Francisco Téllez, así como bordados de Pedro Leguinazo en una casulla del mismo año. Digna referencia y mérito, el amplio catálogo de donaciones hechas por D.Juan Manuel de Moscoso y Peralta en el que se incluyen tanto ornamentos, cuadros, esculturas y otras importantes piezas de orfebrería. Dentro de su amplio tesoro escultórico merece especial atención una terna de imágenes, obra de Pablo de Rojas.